viernes, 10 de febrero de 2012

Destino

No es casual mi concedente destino
Yo siempre te desee en mi camino

Tal vez vos no me estabas necesitando
Pero seguro te serviré de algo

No sé cuanto te vas a quedar
Yo no creo que tenga ganas de salir de acá

El tiempo que me regales lo quiero disfrutar
Porque con lo que me das, ya no necesito mucho más

No parece tanto, pero es un montón
Si me deja contento el corazón.

Desconfiando

No creas ciegamente en lo que digo
La realidad es siempre diferente de lo que te pueda contar
Tómalo un poco, si quisieras
Como un trailer mal logrado de una película sin final
No es que te esté engañando
Lo que pasa es siempre más amplio y más arduo de explicar
No existen suficientes palabras ni idiomas para nombrar
A veces solo me queda mi inevitable lenguaje no verbal
Pero que difícil que se vuelve poderlo descifrar.

No creas sórdidamente en lo que ves
Una imagen sin contexto no se puede bien interpretar
Ya sabes como eso también se puede manipular
No quiero excusarme con esto
Tal vez fuiste certero y la agudeza de tus ojos rescató lo esencial
Pero no te quedes sólo con eso,
Dios sabe que siempre nos podemos equivocar.
Cuanto será que tenemos que ver para alguna vez aprender a mirar
Donde será que tenemos que mirar para poder ver lo que ciertamente es real.

No creas mucho, no creas por demás
No creas en nadie que no sea digno de fiar
Pero aún así, no seas desconfiado ni pierdas la paz
Recuerda siempre que no se transforma en mentira lo que una vez fue realidad.

Corazon escapista

Tengo un corazón escapista
Que no se queda, que se me vuela
Que explora y se lastima
Que vuelve solo cuando cae de la cima
Que no aprende, o quizás prefiere
Seguir volando aunque se desangre en la caída

Tengo un corazón que no se cansa
De que le cure las heridas
Y sale de vuelta con toda ímpetu a jugar
Sin cuidado y sin responsabilidad
Derrapando en cada esquina
Sé que se va a quebrar…

Tengo un corazón inquieto
Con el que no se puede razonar
Que no entiende todavía de su vulnerabilidad
Caprichoso e infantil
Se para en la cornisa y se ríe de mi
Como avisándome que no madurar lo hace feliz

Tengo un corazón que vuela muy alto
Con más energía que dureza en la carrocería
Y no puedo reprimirlo en altura
Porque me mira tan satisfecho
Porque se pone tan contento
Sé que siente la vida fluir en ese solo momento

Igual yo sigo aquí abajo
Esperando para atajarlo
Sufriendo de antemano
Pensando en el peligro
Intentando rescatarlo
De lo que él mismo se vive provocando…

Mi amor es el mar...

En el momento en que tus pies se mezclen con la arena blanca
Y puedas sentir en tu piel el sol brillar
Cuando en el horizonte veas ese azul e inmenso mar
Cuando con los ojos cerrados lo sientas al respirar
Regálame un segundo de tus pensamientos
Con ellos enviame ese sublime momento
Tal vez yo llegue a percibirlo desde aquí
Sin saber por qué, sentirme un poco más feliz
Si pudiera ver ese poderoso paisaje
Para mi lo más hermoso sería tu imagen.

Por si las moscas

Por si esta es nuestra última noche
Te voy a abrazar más tiempo
Por si este es nuestro último beso
Te voy a besar más lento

Por si es la noche del adiós…
Voy a tratar de pensar que no…

Por si se nos acaba el amor al fin de la velada
Voy a grabar esa mirada
Por si se acaba la pasión en la mañana
Voy a darlo todo esta noche en la cama

Por si esta es la última vez
Voy a reírme para que me veas bien
Por si esto es lo último que hay
Lo siento, hoy voy a exigirte un poco más

Por si es la noche de la despedida
Cuando no llames no estaré sorprendida

Por si vuelves diferente
Tendré que concentrarme en otra gente
Por si te cambia el corazón
Ante la duda yo también me voy

Big girls don't cry

Necesito deshacerme de esto que me pasa con vos, porque no me alcanza; y no es que sea poco, tal vez sea un montón, pero mi cuerpo no lo acepta, me da un calor momentáneo que se me escurre entre los dedos, se me resbala y no lo puedo atesorar. Me deja más fría que al empezar.
Necesito que me lo saques, que no me lo des más, tengo que pedirte este favor, porque me quede sin voluntad. Aunque te ruegue, por favor déjame sola, para que aprenda a generar mi propia luz, para que no te la arranque cada vez que necesito ver. Tal vez en la oscuridad me aprenda a defender o solo corrobore que allí no hay nadie que me vaya a lastimar. Deja que el frio me consuma por completo, hasta ya no sentirlo más.
Necesito deshacerme de tu recuerdo, que se posa en cada esquina, en cada vaso, en cada día que me queda por afrontar. Necesito que tus ojos ya no me miren más, no sé si lo voy a soportar, aunque te grite, no me vuelvas a escuchar, no soy yo, es mi soledad.
Necesito dejarte acá, no quiero llevarte conmigo, es muy difícil así caminar. No es falta de amor mi olvido, es simplemente una necesidad. No tiene nada que ver contigo pero por si le sirve a tu ego, si me quedara sería para amarte y nada más, sería demasiado fácil de lograr.
Necesito tanto cambiar todas estas cosas que no soy capaz de controlar. Preciso callar todas las voces, sentarme sola y en tranquilidad, a ver como se hace para desenredar y destrabar, esta maquina que ha dejado de funcionar.
No creas que no me gustaría invitarte conmigo a que me ayudes a madurar, a cambio te daría todo lo que de esto logres sacar, pero incluso si te ofrecieras, jamás te sometería a tal crueldad. Que se pudra mi ego, de solo pensar.

Tomara

Que no sea demás ni de menos
lo que me gusta, lo que lo quiero
Que me devuelva aunque sea un poco
de todo lo que espero
Que no se extinga tan pronto
la pasión y el deseo

Que no muera repentino…
Que me deje disfrutarlo…
Que no me arrepienta…
Que pueda conformarlo…

Que no nos ciegue el ego, y logremos valorar
Todo lo que el otro nos quiera regalar

No vale nada

Si yo te digo que te quiero
No es tan grave
No te contentes demás
Capaz mañana
Seguro mañana
Ya no te quiera más
Y no, no tengas miedo de decir
Que yo también sé
Que tal vez mañana
Seguro mañana
Ya no vale más nada…

Desagotando

No sé qué cristaliza mis ojos así
No sé por quién se me empaña la mirada
Por vos, por mi, o porque ya no queda nada
No sé qué me pide esta humedad en mi cara
No sé qué estruja mi corazón cuando me hablan
Ni qué es lo que detona la desesperanza
Tal vez la nostalgia de otro sueño mas
Que se esfuma como siempre en la realidad
O será tan sólo que se desagota lentamente
Este tanque de lágrimas pendientes
Que deje en tu casa al perderte…

Simpatizando

Puede ser que no tenga derecho a reclamar
Puede ser que lo que dijiste no supe interpretar
O yo haya pecado de inocente una vez más
Siempre espero la cachetada para despertar

Puede ser que las palabras ya no se usen de forma literal
Puede ser que los amigos ya no nos debamos respetar
O que mis definiciones no concuerden con las de los demás
Siempre pensé que me ibas a cuidar

Puede ser que no haya sido tu intención hacerme mal
Puede ser que ya no tenga paciencia
O que no me queden ganas de perdonar
Siempre me toca a mí, dejarlo pasar

Puede ser que sea por eso
Puede ser que sea por mí
O capaz que no tenés códigos.

Que no amanezca 2

Amanece…
Y le pido al sol que no aparezca
Que no me saque de estos brazos
Que no te anticipe mi partida

No miro el reloj
No quiero verlo acelerarse
No se como lo hace
Solo quiere robarme, mis minutos de vos

Apaguemos ese sol
Desconectemos ese reloj
Dejame perderme solo por hoy
Entre tu cuerpo y tu calor…

Que no amanezca

Que no amanezca, no
No me hace falta, no lo necesito
Que no amanezca hoy.
Tal vez manana, hoy ya no.
Que sea la noche mas larga
Que nunca jamás se vio
Y que me toque vivirla en tu pecho
Y que me toque disfrutarla en tus besos
Y que me toque sentirla en tu calor.
Que no amanezca y te quedes conmigo
Que no amanezca, ni te quedes dormido
Quiero disfrutar cada segundo así no me olvido
Que se quede la luna aunque haga frio
Tengo todo tu cuerpo de abrigo.

A pesar de todo

Aunque me ganes en todo, y me lo tires en cara
Aunque me dejes sin argumentos, y con las palabras atragantadas
Aunque lleves mi temperamento al descontrol, y lo disfrutes con descaro
Aunque me dejes en tu cama, desarmada, sin escudos, entregada
Aunque me hagas esperarte, como si no tuviera nada mejor que hacer
Aunque no te soporte
Aunque te llegue a detestar
Aunque te tenga ganas de odiar
Es claro que me encantás…

Barquitos de papel

Es una ilusion,
mirar hacia adelante y creer que vemos
creer que sabemos como sera
pensar que manana tenemos un plan

Es ilusorio pensar que tenemos el control
que somos duenos de nuestros sentimientos
artifices del accionar
creadores de razonamientos

Como barquitos de papel
navegando en el mar
pensando que tienen una chance
de saber a donde van...

No quiero verte más

No quiero verte más
No quiero verte en mi cabeza
No me visites
Mi mente está de vacaciones
Mi corazón… “cerrado por derribo”

No quiero pensar en lo que perdimos
No quiero recordar lo que solté
No necesito extrañarte hoy
No quiero el resplandor
Sólo la mente sin recuerdos

No me arrepiento de nada
Cómo podría…
Pero preciso reiniciar
La memoria tan cargada
Me interrumpe los sistemas

No te preocupes
Nunca voy a olvidarte
Pero tengo que guardarte por un tiempo
En algún lugar muy adentro
Destaparte cuando ya no duela tanto…

Y vos tampoco

No es una decision
el odio, el amor, la indiferencia...
Puedo intentar olvidarlo,
decirte lo contrario
simular que no me pasa.
Puedo enganarte
si no me miras a los ojos
Pero no
no puedo ocultarlo de mi
no puedo cambiar mi forma de sentir
no puedo guardarlo bajo llave
siempre tiende a salir...

Sin rencores

No te quejes, por favor te pido
Cuando te ignore y te rechace
Cuando llames y no corra a contestarte
Cuando con mis ojos
Levemente te desprecie.
Es así y nada más.

No me cuestiones ni una vez
Que ha cambiado con ayer
No te sorprendas, así tan fácil
Si te dejo de querer…

No me llames insistente
Cuando tenga excusas para no verte
Cuando me cuelgue, y no responda
Cuando impaciente,
Te mire sin verte.
Es así y nada más.

No me cuestiones ni me pidas
Que te cuente tus errores
No los verías, no entenderías
Aun si se me antojara explicar…

No te ilusiones, si algún día
Casualmente en una esquina
Yo te sonría y te pregunte como estas.
Porque no es rencor ni apatía
Es que simplemente, ya no te quiero mas…

La farsa

Yo realmente no sé que tipo de mente perversa, pudo haber ideado este diabólico plan, y como hizo para que todo el mundo se prendiera en él. Aún fue más astuto que el creador del mayor personaje mítico de la historia: Papá Noel (o Santa Claus, no sé cual fue primero). Pero es que inventar una mentira tan grande, y lo suficientemente popular como para que todo el planeta se confabule en pos de ella, me parece una genialidad, una retorcida genialidad.
Y por qué digo que ha superado a su maestro, porque en el caso de Santa sólo se logra engañar a los infantes, a quienes la cabeza todavía tanto no les da, o no están tan viciados como nosotros con la mentira y creen cualquier idiotez que les digamos. Además, convengamos que una vez que descubren la farsa son capaces de procesarla y no vuelven a dudar, no tienen ninguna posibilidad de recaída.
Ahora, el día de los enamorados, ese sí que es un plan maestro. Convencer a la población femenina de que existe un príncipe (del cual ya vamos a hablar muy seriamente) que nos va a alegrar ese día, eso sí que es brillante.
Comencemos por desbaratar el asunto del príncipe. ¿De dónde sale ese concepto? De Hollywood y Disney, por supuesto, como todos nuestros males. El príncipe que tiene como principal tarea, salvarnos. ¿Salvarnos de qué? ¿O de quién? ¿De la bruja mala? ¿Quién ocupa ese papel? ¿Mi madre? (porque en general siempre viven con ella, y yo vivo con mi madre). Está bien que a veces sea un poco densa pero es copada, y no seamos desagradecidos, me dio la vida, mucho más que el príncipe hasta el momento. “Bruja”, me parece demás.
Dada la época en que se crea el mito, el señor cae a caballo, no en burro, no en mula, no caminando. Después no nos digan interesadas si nos decepciona que no tengan auto, todo bien, pero prefiero que vengas a caballo en el siglo XXI que a pata, está en los libros.
Y hablando de interés, lo más importante del príncipe es que es príncipe, no es esclavo, no es burgués, no es campesino, no es bufón, es PRÍNCIPE, y está forrado en guita!! Por eso es que nos va a comprar un castillo!! Gente, no lo digo yo, viene así…
Pero bueno, la realidad es tan contrastante que rápidamente el ilusionado cerebro femenino aprende a aceptar que el príncipe es una metáfora y nos empezamos a conformar (porque ya de entrada nomás, nos estamos conformando) con menos. Igual la idea de la salvación sigue fija, grabada a fuego.
Retomando, llega aquel famoso día, el día de los enamorados, y que otro día sino ese como para revivir todas estas ilusiones infantiles que, a diferencia de los niños que ya han procesado que Papá Noel no va a venir el 24, todo el universo femenino espera… Suena el despertador, abrís los ojos y te choca como un tren a mil por hora en la cabeza (igual que con Santa), HOY ES EL DÍA.
Y sí, hoy es el día. Pero no ese día en que te van a salvar de quién sabe qué. Hoy, es verdaderamente el día en que estás destinada a pasarla mal. ¿Cómo? ¿Por qué?

Véase:

Estás sola: No, no tenés admiradores secretos, nadie se te va a declarar hoy, sólo por ser hoy. El único que se te puede declarar HOY es el boludo que rechazaste 40 veces y no entiende. Nada más que eso puede pasar. No te mandó un desayuno, no te chocaste con las flores en la puerta en la mañana, de todos los floristas que salieron a laburar hoy, a ninguno le compraron flores para vos, no pasaste el pasacalles en la esquina al ir al laburo, la caja de bombones que esperabas como postre para tu almuerzo, no va a llegar, comprate un helado, porque no va a llegar. De vuelta para casa, no mires a las chicas con los peluches gigantes, son extras que contrata la juguetería para que te paseen en la cara, no las mires, no están ahí. Y cuando cae la noche, no es especial para una serenata, no salgas al balcón que te comen los mosquitos y te vas a dormir ahí porque son las 12 y ya terminó el día y no va a llegar nada. Te queda todo un año de tranquilidad, ya pasó, sobreviviste, tranquila…

Tenés un “algo”: Esta es clave. Mudate a la Antártida por un día, apagá el celu y no entres a Internet porque es el día de los enamorados, no de los amigos con derechos, no del “hagamos sentir bien a la fija”, nada raro, nada rebuscado; leeme bien: es el día de la gente que está enamorada y además es correspondida! (esto no lo dice pero está implícito). Entonces, razoná (difícil, lo sé, pero esforcemosnos), él sabe que si aparece vos vas a interpretar que él está enamorado, porque, una vez más, ES EL DÍA DE LOS ENAMORADOS! Está clarísimo. Y como podría una persona que no se anima ni a nombrar la palabra “relación”, que el “estamos saliendo” le parece un poco mucho, tirar siquiera indicios de que alguien puede llegar a estar enamorado. Sería una incongruencia tal, que no tiene ni un poco de lugar en el cerebro de un ser tan racional como el hombre. Olvidate. No, ya sé que igual vas a estar a la expectativa, así como cuando estabas “sola”, esperando el desayuno, las flores, el pasacalles, los bombones, el peluche, los mariachis… Y como si todo eso fuera poco, chequeando sin parar el celu, los mails, el face… No da.
Recomendación: un paseito por la Antártida. Capaz el frío te aclara un poquito la cabeza, te baja la calentura… Si si, mejor tomá un poquito de fresco…

Tenés pareja: ¿Otra vez pensás pelear por esto? Yo entiendo que el hecho de que no haya preparado NADA, es terrible para vos, pero seamos francas, nada de lo que hubiese hecho habría sido suficiente. Ya te tiene, no te vas a ir por esto, ¿qué vas a ir a buscar? ¿Un príncipe…? Ya está. Andate a alguna fiesta de solteros y vengate con algún chanta que te levante un poco el ego y volvé a casa a cocinar! Agradecé si sos lo suficientemente madura como para no repetir una vez más la situación de dormir en el balcón desangrada por los mosquitos…

Ahh... La vejez...

Ahhh la vejez... La inevitable, ineludible, insorteable, inescapable, vejez…
A todos nos llega ese momento en la vida en que empezás a sentir que algo en vos ha cambiado, que algo en vos te hace acordar a tu vieja/o. Sentís muy adentro tuyo que algo se apaga, como si te bajara la batería y ya no funcionas al 100%. Y de manera simultánea comienzan una serie de cambios, que se pueden manifestar con planteos acerca de la vida, así en general, de donde venimos, a donde vamos, los objetivos, la muerte… Es ese momento en que te das cuenta el verdadero valor del dinero, que ya no alcanza para absolutamente nada. Empezás a pensar en lo que viste en el noticiero. Sisi, en tu tiempo libre, pensando el noticiero… Te preocupa verdaderamente lo que le vamos a dejar a las futuras generaciones, porque vos ya no formas parte de las futuras generaciones. Ya pensás en potenciales enfermedades que podrías contraer, y vas al medico sin que te lo indiquen. Le encontrás el gusto a la responsabilidad y al trabajo, más allá del bendito dinero que no alcanza...
Y cuando todas estas cosas se empiezan a manifestar, cuando te sorprendes a vos mismo en estas situaciones cada vez más habituales, ahí es cuando te cae la ficha de que estás mal… De que te esta abrazando la vejez y no te podés escapar, porque es un camino de ida. Entonces te agarras de las paredes, las rasguñas para no caer, decís “yo puedo” y salís, pero no, no podes, y mañana la vas a sufrir, si es que tuviste la fuerza de voluntad suficiente como para no volverte del boliche a las 3 de la mañana cuando estaba empezando a entrar la gente. Y eso, la gente, la gente que antes era gente y ahora son “los pendejos”, porque todo el mundo es pendejo en ese lugar donde no correspondes más, ahí donde no importa que sea demasiado temprano, ni demasiado tarde para ponerse en pedo, donde no importa que haga demasiado calor, o que no haya aire para seguir bailando, donde no importa que este lleno de gente o que la música este muy fuerte. Un lugar sin espacio para señores ni señoras como vos.
Se te quebró el espíritu, hacés como que disfrutás de otras cosas, como que es una elección levantarte tempranito a disfrutar el día, pero no, no es una elección, es tu cuerpo que no se la banca, y te quiere vender otras cosas para que no sufras viendo como la vida se te escapa en cada respiro, y con cada nueva luna… Y esos ojos, llenos de sabiduría pronto obsoleta, de que sirven si ya no brillan, no seducen ni conquistan…

Soltar

A todos nos llega, tarde o temprano, el tiempo de ansiar salir a volar. Cuando las alas ya se sienten fuertes y las presas no nos huelen a victoria desde la boca de mamá. Cuando al mirar alrededor vemos amigos derrapando y otros asustados sin asomarse del nido de papá. Cuando estamos ahí en el medio, sabemos que es tiempo de actuar.
A todos nos llega el momento de salir a explorar, de recorrer los caminos que nos contaron, de hacernos fuertes en la tormenta, de crear nuestras propias historias, nuestras propias leyendas, para luego poder contar.
Pero papá no tengas miedo, prometo no volar tan lejos. Pero mamá no tengas miedo, mi oído está entrenado, desde lejos te podré escuchar. Si llega la tormenta, si viene el vendaval, sólo canta y volveré hasta acá.
A todos nos llega el tiempo, pero no te creas, tengo pánico de caer al despegar. Tengo que hacerlo sola, tengo que hacerlo igual, pero sólo con tu apoyo me voy a animar. Sólo con la distancia aprenderé a armar mi nido, déjame hacerlo sola, dejarlos orgullosos.
Volveré antes de que tus alas pierdan fuerza para poder entonces, dar un vuelo a la par.
No te preocupes, espérame en paz.
No te entristezcas, nunca me voy a olvidar.
No me malentiendas, siempre te voy a amar.
No te olvides, yo también te voy a extrañar.

Sin futuro

Cuanto tiempo desperdiciado en después. Cuanta energía que se filtra con pensamientos inútiles, cuanta imaginación mal apuntada, cuanto tiempo desperdiciado en planear lo que nunca pasará, en conversaciones mentales con quienes no llamo, en encuentros casuales con quienes no están, cuanto desgaste en nada…
Tengo que parar esta cabeza, centrarla en el presente, que es lo único real, lo único que existe, lo único que se puede disfrutar…
Tengo que centrar mi mente, hacerme conciente de lo que tengo en frente y focalizar. Aprender a tomar lo que sea que la vida me quiera dar, sin reclamar nada más. Dejarme llevar, el camino se abrirá al caminar, y si está muy complicado, me compro unas alas y aprendo a volar…

Aceptar

Siempre quise pensar que soy de las personas que salen a buscar, o que se quedan intentando transformar las cosas en lo que quieren. Me parece una actitud activa, o no-pasiva, para que no suene redundante. Tengo la necesidad de sentir que hago algo para llegar a lo que quiero, que no me conformo con lo que hay, que no lo dejo en manos del destino ni del azar. Me pareció que no estaba mal, que era una buena cualidad.
No es que ahora piense lo contrario, pero sí que estoy malgastando mi energía. Que a veces las cosas son lo que son, y no hay más, y no se puede cambiar. Estoy empezando a considerar que a veces lograr aceptar, no significa resignarse o conformarse, es simplemente ver la realidad, y con el panorama claro, tomarlo o dejarlo pasar.
No siempre me puedo subir a cualquier tren y convencer al conductor de que vayamos a donde yo creo que es el lugar, a veces es necesario cambiar de tren, y hacer conexión y seguir saltando, y dejar a todos atrás. Tal vez más adelante nos volvamos a encontrar, o que más da.
A veces me suena a fracaso, pero en el fondo sé que es mi personalidad caprichosa que no sabe aceptar. Son pocos los deseos que la vida no me quiso dar, tal vez con algunos otros hubiese aprendido más.
No me gusta desconectarme, porque mi mente olvida con facilidad, y mi corazón rencoroso ya no te dejará entrar, supongo que esa es otra de las cosas habría que aprender a cambiar.
He tratado tanto tiempo de modificar el contexto para que se adapte a mi, tal vez sería más práctico a la inversa. Pero con esta cabeza tan dura, este corazón tan blando y esta actitud tan caprichosa, con razón tomé el primer camino…

Demencia femenina

Será que estamos en la era del análisis psicológico, que todo tiene que tener como un sentido escondido, una locura detrás del comportamiento. Será eso o que ya me di cuenta, que algo está claramente mal con todos nosotros. En algún punto derrapamos, siempre… Pero las que más derrapamos, las que más problemas tenemos, somos las mujeres, porque estamos locas, es cierto, lo negamos, nos defendemos, lo peleamos a muerte, pero en el fondo lo sabemos, esta claro, no estamos bien…
No tenemos la culpa, porque evidentemente algo nos hicieron, o lo que es peor, nacimos así y no lo podemos evitar. Entiéndannos, tenemos nuestras cosas buenas también… En algún lugar. Somos tiernas, somos lindas, un poco desquiciadas, pero nada más. No es tan grave.
El primer paso es siempre reconocer el problema, empecemos por ahí. Antes de que se cansen de nosotros y el mundo se vuelva gay.
Cortemos con el asuntito del romanticismo. El hombre no fue diseñado para entender ese concepto, por más de que lo exijas, no va a llegar, no lo esperes más… Cada pelea en que lo tirás, te quedás pensando “ahora que se lo dije, no quiero que lo haga”, pero en el fondo sí querés que lo haga, o sea, no va a tener el mismo valor que si lo hubiese hecho solo, pero aún así lo necesitás, porque sino ¿qué onda? ¿No te escucha tampoco? (Y no, hace rato que ya no te escucha, pero odiás que se evidencie así). Entonces no le digas “ahora no quiero nada” porque sí querés, SI QUERES!!. Es más, extendamos el concepto, dejemos de decir lo contrario de lo que pensamos, no se nos entiende nada!
Y si tenés LA suerte, de agarrarlo en un momento de lucidez repentina y que sí te escuche, porque todavía no sobrepasaste el límite de quejas por minuto, y todavía te escucha, haceme caso y tené excesivo cuidado con lo que decís. Porque se va a tomar literal, porque el hombre es así: literal. Entonces, no pidas flores, NUNCA pidas flores, porque realmente no queremos que tiren la plata en flores carísimas (porque van y las compran) a menos de que nos lleguen por correo al laburo o a algún lugar muy público en el que podamos alardear de ellas. E incluso así, en el fondo vamos a pensar “Puta! Me cago! Es obvio que me cago!” Pero bueno, por lo menos se las podés echar en cara a tus “amigas” y que se mueran de la envidia… Van a decir “Seguro que la cago…”, pero en el fondo se mueren de la envidia, y vos lo disfrutás. Eso es lo único para lo que queremos flores, sépanlo, asúmanlo, créanlo…
Por otro lado, es importante, ante todo, que veamos la realidad. Y la realidad es que el único romántico que nos toco en la vida (porque casi siempre hubo uno), era un boludo; porque la línea que divide el romanticismo de la estupidez, en el hombre, es extremadamente delgada. “El romántico” es ese que no tiene chance, que te puede bajar la luna y vos por dentro pensás “no te toco ni con un palo, ni con un palo… Dejá de hacer esto porque me da cargo de conciencia y ni con un palo…”
Y que pasa con el asunto de la sorpresa?? Y en esta me re prendo, yo también quiero que me sorprendan, pero… ¿Para qué? ¿¿Con qué fin?? ¿¿Qué es lo que quiero y por qué tiene que ser secreto?? Una locura, demencia absoluta.
Y por último, lo mejor… Las mujeres sin vida, las que se quejan porque él se va todo el fin de semana y ella se aburre. “Nunca salimos”, ¿pero qué sos? ¿¿un perro?? Mi perro me hace ese planteo, ¡¡por Dios!! Querés pasear, ponete la correa y sacate vos solita, negra!! ¿Se va todo el fin de semana? Armate un fiesta loca y capaz que viene a ver que onda, pero si estás ahí tirada, quejándote de todo, exigiendo y pidiendo cosas intangibles que ni vos sabés que son… Y… es un embole estar con vos, agradecé que cocinas rico y al final del día toman coraje y te vienen a visitar…

Histeria Masculina

“Histérica!”, nuestro segundo nombre. Es un femenino. Ya Freud nos lo había adjudicado como una enfermedad propia del género. Y puede ser, que te puedo decir, a veces ni yo sé lo que quiero, pero lo quiero ya…
Sin embargo, estas nuevas generaciones de hombres, tan acostumbrados ya a las mujeres con iniciativa, han estado demostrando un cierto grado de incoherencia en cuanto a lo que piden y lo que quieren, no quiero precipitarme, pero a este ritmo, chicos, van a terminar desarrollando un SPM muy similar al nuestro. Yo les aviso…
Es difícil para mi entrar en la cabeza de un hombre, trato de no someterme a ese tipo de tarea, trato de no analizar que es lo que piensan, esas pocas veces que se nota que lo hacen, porque los procesos que se manejan en ese lugar son tan diferentes, las perspectivas, es todo una dimensión desconocida. En general, en estos casos trato de solo aceptar estas conclusiones que ellos generan, porque entenderlas es pedir demás.
Vayamos a uno, de los 3 o a lo sumo 4 temas, que puede alcanzar la mente masculina: el sexo.
El hombre siempre quiere sexo, siempre. Sisi, siempre. No, no, no pienses ningún ejemplo, es así, siempre. Y te lo pide, (y se lo pide a todo el mundo, no te sientas especial) y cuando no se lo das, sos una histérica, una pendeja, una mojigata, una calienta pava, básicamente, una loca. Pero guarda, muucho cuidado, porque también hay adjetivos para cuando se lo das: una trola, una loquita, una puta, entre otras…
Ya hace tiempo, Arjona, se puso las pilas y confesó “dime que no”, pero entonces ¿para qué carajo me estás insistiendo? ¿A qué estamos jugando? ¿Quién es el pendejo acá? Claaro…
Esta bien chicos, yo los entiendo, la mujer está tan obsesionada últimamente en conquistar territorio masculino, que me parece bien que prueben con algo de lo nuestro, pero no se copen mucho porque están jugando con un fuego que desconocen y no es fácil de manejar. Que no se les escape de las manos y terminen sin saber qué respuesta es la que verdaderamente están buscando.
Y chicas, somos un género muy egoísta, eso no está bien, solidaricémosnos con nuestras hermanas y no echemos leña al fuego. Si lo histeriquea es una jugadora y si se lo agarra, la tiene clara, ¡aplausos y sin prejuicios!