Cuanto tiempo desperdiciado en después. Cuanta energía que se filtra con pensamientos inútiles, cuanta imaginación mal apuntada, cuanto tiempo desperdiciado en planear lo que nunca pasará, en conversaciones mentales con quienes no llamo, en encuentros casuales con quienes no están, cuanto desgaste en nada…
Tengo que parar esta cabeza, centrarla en el presente, que es lo único real, lo único que existe, lo único que se puede disfrutar…
Tengo que centrar mi mente, hacerme conciente de lo que tengo en frente y focalizar. Aprender a tomar lo que sea que la vida me quiera dar, sin reclamar nada más. Dejarme llevar, el camino se abrirá al caminar, y si está muy complicado, me compro unas alas y aprendo a volar…
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