viernes, 10 de febrero de 2012

Soltar

A todos nos llega, tarde o temprano, el tiempo de ansiar salir a volar. Cuando las alas ya se sienten fuertes y las presas no nos huelen a victoria desde la boca de mamá. Cuando al mirar alrededor vemos amigos derrapando y otros asustados sin asomarse del nido de papá. Cuando estamos ahí en el medio, sabemos que es tiempo de actuar.
A todos nos llega el momento de salir a explorar, de recorrer los caminos que nos contaron, de hacernos fuertes en la tormenta, de crear nuestras propias historias, nuestras propias leyendas, para luego poder contar.
Pero papá no tengas miedo, prometo no volar tan lejos. Pero mamá no tengas miedo, mi oído está entrenado, desde lejos te podré escuchar. Si llega la tormenta, si viene el vendaval, sólo canta y volveré hasta acá.
A todos nos llega el tiempo, pero no te creas, tengo pánico de caer al despegar. Tengo que hacerlo sola, tengo que hacerlo igual, pero sólo con tu apoyo me voy a animar. Sólo con la distancia aprenderé a armar mi nido, déjame hacerlo sola, dejarlos orgullosos.
Volveré antes de que tus alas pierdan fuerza para poder entonces, dar un vuelo a la par.
No te preocupes, espérame en paz.
No te entristezcas, nunca me voy a olvidar.
No me malentiendas, siempre te voy a amar.
No te olvides, yo también te voy a extrañar.

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